domingo, 12 de diciembre de 2010

MI PRIMERA

Esta historia que les voy a contar me sucedió cuando tenia 17 años. Fue mi primera experiencia sexual y hasta hoy que tengo 32 ha sido una de las mejores.

Al entrar en la escuela de enfermería recuerdo que habían muchos maricones estudiando allí. Yo llegue por casualidades del destino. Un amigo mío me dijo que el profesor vivía cerca de la escuela y me enseñó la casa. Pasamos por allá y estuvimos conversando un rato. Durante el primer año de la carrera cada vez que tenia una oportunidad pasaba por su casa y conversábamos un rato. Muchas veces habían algunos pájaros visitándole, algunos de ellos eran profesores de la misma escuela a la que yo había asistido. Siempre note algo extraño en su mirada, pero como dije antes nunca me llamaron la atención los hombres. Al comenzar el segundo año las horas en el hospital también eran de madrugada. Comenzaba a las 11:00 de la noche hasta las 7:00 de la mañana. Siempre que me tocaba ese horario yo salía de mi casa mucho mas temprano y pasaba a visitar a mi amigo. A veces pasábamos horas conversando. Durante ese año el me invito a su casa a comer en mas de una ocasión pero yo nunca fui. Me daba pena.

Una noche el me dijo cuando pase por su casa que tenia una cosa para que yo leyera, y que la sabia que me iba a gustar. Me fui a mi hospital esa noche preguntándome que seria aquello tan interesante. Mi profesor siempre tenia puesto shorts bien cortos y no usaba calzoncillos lo que le hacia los huevos brincar. Al día siguiente salí de casa mas temprano que de costumbre. Cuando llegue a su casa el se puso de lo mas contento. Me sentía en confianza. Nunca me hubiera imaginado lo que sucedió después. Porque nunca insinuó nada. Nos sentamos a ver televisión y a conversar un rato. Luego el me trajo dos hojas de papel mecanografiadas por las dos caras. Aquella historia se llamaba "Hermanitas cariñosas". El nunca me dijo de que se trataba. Solo me dijo que le prestara mucha atención y que lo disfrutara.

Cuando comencé a leer aquello me llamo mucho la atención. Era la historia de dos hermanas que acuerdan irse a la cama con el mismo hombre a la vez. Luego de disfrutarlo a plenitud las dos hermanas terminan comiéndose la una a la otra. En mi tierra le dicen a eso hacer tortilla. Mientras yo leía aquel papel yo notaba que la pinga mía se ponía cada vez mas dura. Al eso ocurrir yo sentía pena que el profesor me viera así, y mientras mas leía mas dura se ponía. Nunca me había sucedido nada semejante. Mi profesor sentado al lado mío se mantenía callado y observaba de reojo. Yo estaba inclinado hacia delante ensimismado con la totilla que hacían aquellas dos hermanas. El uniforme que yo usaba para la escuela era un pantalón y una bata blanca. La bata llegaba hasta mas abajo de la cintura. Cuando termine la lectura confieso que estaba peor que nunca. Mi pinga parecía una antena de lo parada que estaba. Me recosté en el sofá con la bata por encima del pantalón por que sentía pena que el me viera así. Le devolví el papel cuidando de que no me viera excitado.
-Te gustó? Preguntó el
- Si (le conteste de forma muy vaga)
En ese momento yo siento que el me pasa la mano por la pinga mía y me la acaricia. Me quede loco. Estaba tan excitado que aquel toque de él me gustó. En ese momento me dije a mi mismo que el era maricon. Me pidió que me la sacara y yo accedí un poco tímido pero cada vez mas me gustaba lo que estaba pasando. Al aquella verga estar afuera completamente el seguía pasando la mano por la cabeza. Nunca había sentido algo tan sabroso.
-Que pinga mas linda (dice el)
-Si (contesto yo tímidamente)
-Yo la tengo mas grande que tu
-Si (otro si tímido)
-También soy mayor que tu
-Cuantos años tienes?
-37

En ese momento el se la saca. Nunca había visto una delante de mis ojos. Tengo que confesar que tenia un señor pingon, con todas las de la ley. En ese momento comencé a sentir algo raro dentro de mi. Aquella verga me llamaba la atención. Parada media como 10 pulgadas. El se inclina y me comienza a mamar. Sentí la sensación mas sabrosa de mi vida. Estuvo un rato y luego me pregunto
-Nunca te la habían mamado?
- No- le respondí.
- Ven
Me llevo al dormitorio. allí tenia su cama, muy limpia y perfumada y me pidió que me acostara. Me quito la ropa y los zapatos. Comenzó a mamarme la pinga y se puso en la posición 69. Aquello era la gloria. Su enorme pinga estaba próxima a mi cara. Me preguntaba yo si me la metía en la boca o no. Luego de titubear un poco decidí metérmela en la boca y empecé a pasarle la lengua. Me resulto un poco extraño al principio pero después me gusto. Por el otro lado yo sentía aquella mamada y era el placer mas grande de mi vida. Me lameteaba las piernas pero cuando me paso el dedo por el culo fue lo mejor de la noche. Note que mientras mas metía el dedo en el culo la pinga se ponía mas dura. Yo seguía mamando y el se movía hacia arriba y hacia abajo. Siento en una de esas que me estoy viniendo con todas las de la ley. Nunca había sentido una sensación igual a esa. Al venirme en su boca el se trago mi leche, y continuaba mamando. Yo brincaba de placer. En ese momento siento que el se viene en mi boca. Aquello me gusto y me la trague. Se la seguí mamando por un rato hasta que el decidió parar.
-Te gustó? me preguntó.
-Si

Nos fuimos a bañar y yo salí después rumbo al hospital. El me dio un beso en la boca y me despedí de él. Durante esa noche la pase pensando que había cometido algo malo. Tenia una educación católica donde se ataca a los homosexuales y se les considera algo contranatural. Pero por el otro lado había sentido el placer mas rico de mi vida. Al día siguiente salgo para el hospital nuevamente a la noche. Me encuentro con el muy sonriente que iba camino a su casa. Yo sentía curiosidad por hacerlo de nuevo pero a la vez sentía un poco de miedo porque me fuera a gustar mas. Cuando llegue a su casa no hizo falta tanto rodeo. Fuimos directo a la cama. Esta vez el me acaricio los pezones. Yo me retorcía de placer en la cama, me pasaba la lengua por el cuello, por el ombligo. Me sentía en otro mundo. después de haberme revolcado de placer comenzó a mamar de nuevo. Aquello me encantaba. Me viro boca abajo y comenzó a acariciar la espalda, me daba mordiscones y me pasaba la lengua a la vez que me acariciaba la pinga. Iba bajando la espalda y me llegó al culo, le comenzó a pasar la lengua. Yo me quería venir pero el no me dejaba. El alternaba la lengua con el dedo el culo. Al cabo de un rato siento que me esta metiendo aquel pingon. Me dolió pero al cabo de un rato siento algo dentro del culo que la pinga me toca y mi rabo estaba mas parado que nunca. El me masturbaba y metía y sacaba aquella verga de mi culito virgen. Me vine como un perro. Esta noche el placer fue mejor que el de la noche anterior. después de aquel rato de placer fuimos al baño, yo no me podía parar, estaba extenuado. Me siento en el inodoro, la leche me sale por el culo y el me dice
-Ahí se van mis hijos


Yo sonrío porque este hombre me había dado el mayor placer de mi vida. Durante un tiempo estuvimos acostándonos juntos. Confieso que de nada me arrepiento. Hoy estoy casado y me gusta metérmela de vez en cuando. y si son prietas mejor.