martes, 28 de julio de 2009

historias hot

[1]Por Aún te recuerdo MICI... ELO
Yo 18, tú 36...Yo novato, tú experta...
Yo temeroso, tú excitada...
Yo besándote apasionadamente, tú desnudándome...
Yo besando una vagina por primera vez, tú lamiendo mi pene por primera vez...
Yo sin saber cómo continuar, tú guiando mi pene a tu vagina...
Yo encima penetrándote, tú moviéndote...
Yo besándote y lamiéndote los pezones, tú arañando mi espalda y besando mi pecho...
Yo sintiendo un dolor delicioso en mi pene, tú recostándome y subiéndote encima de mí...
Yo tocando tu trasero, tu espalda, tus senos, tú moviéndote lentamente de atrás para adelante...
Yo susurrándote palabras de amor y lisuras, tú pidiendo que te penetre por atrás...
Yo colocándome un condón, tú colocando mi pene en tu ano...
Yo metiéndotelo despacio, tú gritando diciendo “así amor”...
Yo quitándome después el condón, tú regresándome a tu vagina...
Yo sudando, sintiendo placer, tú gimiendo, gritando, mojándote...
Yo eyaculando en una vagina por primera vez, tú moviéndote con más fuerza pidiéndome todo mi semen...
Yo abrazándote diciéndote te amo, tú abrazándome diciéndome no puede ser...
Yo aprendiendo a gozarte y amarte por 4 años, tú aprendiendo a alejarte aún amándome...
Yo sufriendo por perderte, tú casándote...Yo aún hoy recordándote, tu aún hoy olvidándome…

[2]Por Marie Curie
Había decidido terminar…
lo amaba pero me estaba enloqueciendo. ¿Su novia?...
no, pero sí su mujer.Me buscó hasta darse cuenta que era en serio.-“Déjame estar contigo por última vez”-rogó.-“No es buena idea”-.Insistió…
terminé aceptando.Al cerrar la puerta, el universo fue de dos.Se acercó, acarició mi mejilla:-“Siempre recordaré la primera vez…
está fotografiado en mi memoria”- dijo quedamente.Sus ojos brillaban…
ya no era suficiente.Tomó mi cara…
pasó la lengua por la cuenca de mis ojos; sonreí al reconocer la caricia de tantas veces anteriores.-Desnúdate-pidió.Lo hice, me acosté en la cama…
extendí mi mano, la tomó y besó. Abrió mis piernas, en su ascenso besó mis muslos, mi vientre, mordió mis senos… amantes por tres años…
sabía recorrerme… abrí la boca para recibir su saliva. Buscó mis labios delicadamente…
luego con fiereza. Nos acariciamos desesperados…
no había mañana, humedecí su cuerpo con lágrimas…
atrayéndolo hacia mí…
aún lo deseaba…
todavía lo amaba.Desnudos…
sin inhibición ni vergüenza… hicimos el amor por última vez. Besé su pecho…
sorbí sus tetillas…
grabé su aroma lamiendo su cuerpo.No permití mucha demora:-Tómame ya-.Unidos…
no hubo nada más, diluidos en el otro, encajados los sexos…
todo se revolvió.Fue mío…
también el cielo… cuando escuché:-“Siempre que respire…
te amaré”.

[3]Por Fauno
Le dije que se quedara quieta, que dejara que la mirase. Me dijo que se ponía nerviosa, pero entendió mis labios apretados, todos los gestos que le decían que tengo muchas ganas. Derechita como un soldado se aproximó al espejo cerca de mí. Repasé mi rostro en su cuerpo, busqué su particular olor de hierbas y saliva, el aroma de su perfume atrapando mi aliento y mi nariz en sus piernas y mi nariz acariciando el cuello y mi nariz entre sus nalgas. Besé sus pies y le dio cosquillas. Me agradó verla reír. Eres muy bonita, le dije, no sabes cuánta suerte tengo. Yo también tengo mucha suerte, repuso, eres muy lindo. Me encantó que dijera mi nombre.-Mira el espejo, dije. Así vinimos al mundo, ¿verdad?-Sí, respondió, desnudos vinimos.-¿Y cómo nos vamos a ir?- Así también.Sonrió, parecía ebria.-Así no, dije, ven. Le tomé la mano y miramos el espejo. Así, repuse, juntos.Se puso a llorar, no recuerdo haber dicho nada más tierno. Hicimos el amor llorando.

Marido Travesti

Cada mes leo su revista con mucha atención, por lo que ya no me sorprende pensar que toda esa gente que veo en la calle tenga una vida sexual tan activa como yo. Cuando camino por las avenidas de mi ciudad me imagino cómo serán las personas que envían sus cartas a Foro En los transportes, con más calma, fantaseo en unir a tal o cual persona con su respectiva pareja, haciéndolos interactuar como en la revista.
A veces me veo a mí mismo hablándoles acerca de mi travestismo y la manera en como lo comparto con mi esposa. Porque deben saber que desde hace mucho tiempo me gusta vestirme de mujer. Ya no recuerdo la fecha en que comencé a hacerlo, de todos modos no importa. Temí que mi esposa alguna vez me descubriera y que eso fuera motivo de separación. Por fortuna, no tuve que ser yo quien propusiera la idea de vestirme de mujer.
Todo comenzó cuando desde la cama observaba a mi esposa desvestirse y ella bromeaba conmigo, diciéndome que me vería muy bien con su ropa interior y hasta me puso el sostén. Eso, claro, me excitó a más no poder. Lo sensacional no fue sólo eso, sino que me di cuenta que ella también estaba muy excitada se mordía los labios y visiblemente nerviosa empezó a buscar en los cajones del clóset más prendas; Termino ,por ponerme una de sus pelucas, un sostén, pantaletas, liguero, medias. Luego pintó mis labios y me maquilló. La mujer que aparecía en el espejo no me era del todo desconocida. Cuando concluyo la transformacion, me confesó que le gustaba tanto o mas vestido como mujer y ella que en el papel de hombre.

Yo guardaba silencio, al fin el ansiado momento llegaba. Las fantasías de hacerle el amor vestido de mujer estaban a punto de hacerse realidad. Acariciaba mis hombros con una singular vehemencia jamás. había pensado que un día mi, esposa deslizaría sus manos bajo las copas de un sostén para buscar deseosa mis tetillas. Los pequeños pellizcos que me propinaba hicieron que mi pene se convirtiera en un mástil deseoso de desaparecer en la caverna caliente de. la vulva de Rita. Mientras tanto, a pesar de que ella seguía en ropa interior, a través de su sostén se podían ver sus pezones hinchados y endurecidos por el deseo Me pidió que me pusiera de pie y comenzó a besarme, asumiendo una actitud de mando muy masculina. Clavaba sus dedos y su uñas en mis glúteos pasando de manera constante la palma de su mano sobre mi erecto falo.
Yo hacía lo mismo en sus partes Sus piernas siempre me han atraído poderosamente y ni qué decir de sus glúteos, redondos, firmes y elevados como los de una bailarina de ballet."Chúpame 1os senos preciosa" me ordenó en tono ardiente. No acababa de pedirme que lo hiciera, cuando ya se habla bajado las copas de su brasier y me ofrecía uno de ellos, acercándolo hasta mis hambrientos labios con lujuriosos movimientos. El lápiz labial que me había puesto en los labios tiñó de rojo su excitada y contraída areola en cuanto comencé a succionar su pezón, que tenía una singular rugosidad y cuyo volumen ¡ parecía agrandarse a cada chupada. Estaba embebido chupando su delicioso seno cuando me confesó algunos de sus secretos íntimos que ahora compartiré con ustedes. Según me comentó, desde hacía tiempo deseaba que otra mujer la acariciara provocándola hasta desatar sus instintos lesbios. Añadió suplicante mirándome a los ojos: Ámame mi cielo, chupa mis senos con toda la pasion que eres capaz de demostrar Enloquecidos de placer caímos en la cama, en tanto su mano hurgaba con desesperación debajo de mis pantaletas para sacarme el erguido miembro; que desde hacía rato goteaba líquido lubricante.
La humedad de mi sexo empapó su mano, lo qué ella aprovechó para masturbare Me atrevo a recomendarles que intenten esto ¿Se imaginan lo que es cumplir una fantasía sin temor de que nuestra pareja se espante, impulsados por ella? De manera hábil soltó el broche del sostén que ella misma me había colocado y con gran agitación se lanzó sobre mis tetillas, para amasarlas y chuparlas como si fueran los pezones de una mujer. Las succionaba con tal fuerza que me provocaba dolor, pero ni modo de quejarme. Haré que sientas lo mismo que yo, decía en tono ardiente. Pero no cesaba de acariciarme el miembro, apretándolo, jalándolo, ordeñándolo como muchas veces había hecho yo mismo con sus ubres. Estábamos muy excitados, de modo que cuando metí la mano en la entrada de su vagina, ésta ya pare- cía manantial de lubricante. Mis dedos se perdía á momentos en ese exquisito delirio aromático. Traté de desnudarme para penetrarla pero ella me lo impidió. déjate la ropa, quiero que me penetres así, vestido de mujer," abrió las piernas con sus manos como un compás y condujo mi falo hasta la entrada de su vulva. Estiró sus manos y me abrazó, atrayendo mi cuerpo hacia ella con verdadera. voluptuosidad.
Me sobaba las tetillas al tiempo que me obligaba a entrar en ella,. Por mi parte, imitaba todos sus movimientos, colocando mis manos sobre sus redondeces que se meneaban conforme metía y sacaba mí pene. Al volver la vista hacia el espejo vi la escena que me impulsó a escribirles esta carta: ella acostada en la cama con las piernas totalmente abiertas. y yo, vestido y maquillado como mujer, penetrándola con locura. El hecho de contemplarme con ese liguero y las medias hizo que arreciara mis jadeos y arremetidas. Sentí que podía eyacular en cualquier momento, pero ella me hizo a un lado para ponerse en la posición conocida como "de perrito", Ella sabe que esa postura me resulta irresistible, ya que no puedo controlarme cuando veo sus nalgas ofreciéndome tal placer .
Desde ésa vez hemos repetido muchas veces la experiencia; ya ella conoce mi secreto, por lo que la hora puedo decires que soy un travestí completamente satisfecho.

ERRORES FATALES CUANDO LOS HOMBRES HACEN EL AMOR

1. No iniciar con besos:
Evadir los labios de la mujer y lanzarse directamente a "otro lado" nos hace sentir como si nos hubieran contratado...
2. Apretones:
Cuando tomes el seno de una mujer en tus manos, no actúes como ama de casa en el supermercado probando melones.
3. Ignorar otras partes del cuerpo femenino:
Una mujer es algo más que tres partes del cuerpo....Por si no lo sabías, hay áreas en el cuerpo de una mujer que son ignoradas tan frecuentemente, así como las rodillas y la parte de atrás de los muslos, dentro de muchas más que todas las mujeres tenemos repartidas en el cuerpo, desde la punta del pie hasta el tope de la cabeza.
4. Desnudar torpemente:
La destreza manual a veces echa a perder toda la calentura, y aun más cuando quieres repetir lo que probablemente viste en una película de Hollywood. Si no puedes desabrochar el brasier o los botones de la blusa.... mejor dinos para que nosotras te ahorremos la vergüenza.
5. Un regalito no deseado.
Los condones son responsabilidad masculina. Cómpralos, llévalos y échalos a la basura después de usarlos. No nos encargues a nosotras esos trabajitos.
6. Acción por episodios:
Las mujeres, a diferencia de ustedes no recomenzamos donde las cosas se quedaron; si detienes la acción una vez iniciada, tendrás que regresar al punto inicial .... lo sentimos mucho!
7. Desvestida a medias:
A ninguna mujer le gusta sentirse estúpida y vaya que se siente una estúpida cuando nos intentan quitar un suéter o playera y las cosas se atoran en la cabeza y queda una como cebolla...........y a ustedes no les importa....aprendan a desvestirnos bien!!!!
8. Quitarse los pantalones antes de tiempo:
La vista de un hombre en calcetines y boxers no es exactamente lo más sexy del mundo eh?.... quítate los calcetines, no seas ridículo.
9. Alta velociad:
Cuando llegues a la afortunada situación y empieze la acción, lo peor que puedes hacer es comenzar a taladrar como si estuvieras repavimentando la calle de tu casa, suavidad por favooooor, a lo mejor después de un rato ya le pones rapidito...pero...no todo el tiempo!!, varíale las velocidades...
10. Venirse rápido:
Este es probablemente el temor más grande de ustedes. Y con razón..... Si por algún motivo te vienes antes de que ella acabe, más vale tengas preparada una buena ruta alternativa para asegurarte de que ella goce también. Somos mas tardaditas, pero una vez encarriladas, ¡¡no nos gusta quedarnos a medias!!!
11. Acabar muy tarde:
Muchos hombres llaman aguante a no poder venirse durante más de una hora; ¡¡¡nada del otro mundo!!!! Si eres de los hombres maratónicos, conviene que pegues algo interesante en el techo, para que tu pareja tenga en que entretenerse mientras acabas.
12. Hacer sexo anal:
No eres un gato gigante ante un plato de leche eh?.... busca con tu lengua el punto débil de tu chica, y aguanta!.... aunque se te duerma la quijada y la lengua!!!...no pares....
13. Empujarnos la cabeza:
Ustedes insisten en hacer esto como si quisieran atravesarnos la nuca con el miembro!!!!!!. A todas nos choca esto, aunque lo hayas visto en ciertas películas porno a ellas les pagan y muy bien, por poner cara de que les gusta. Por eso se llaman actrices porno, no putas desgraciadas.
14. El no avisar cuando te vienes:
El semen sabe a algo así como a marisquitos remojados en agua de mar....y si se los traga sin avisar es terrible!...ten la gentileza de avisarle para que no se vomite en tu cara.
15. Creeerte las películas porno:
En las películas XXX profesionales, a las mujeres -que cobran muy buen dinero por ello- parece encantarles todo lo que un tipo les haga, así sea cachetearlas o darles unas palmadas y estrujadas brutales.....esto no es la vida real muchachitos!!!...no todo lo que ves en video es cierto...
16. Hacerla montar por horas:
Pedirle que se suba puede ser sexy para una mujer; pero que se pase ahí horas es de lo mas aburrido!....Y no te quedes ahí nada más desparramado con las piernas abiertas, Y por amor de Dios, déjala descansar mientras tu regresas a tomar la iniciativa, ayuda un poco, no seas Güevón.
17. Intentar la penetración anal sin permiso:
Lo único peor a esto es no solo intentarlo, sino quererle ver la cara de boba a la chica pretextando que "fue un accidente"....no más...
18. Ser poco creativo
La imaginación es probablemente la herramienta sexual mas poderosa con la que un hombre pueda contar. Olvídate del tamaño de tu cosa, la forma en que la muevas o que tan acrobático o musculoso seas; si no tienes imaginación, tu calificación no pasará de un 5, Si tienes imaginación...eres el rey!!
19. Cachetear tu panza contra la de ella:
Es difícil que exista un sonido menos erótico. Es tan sexual como un concurso de eructos.
20. Tratarnos como cirqueras:
El Kama Sutra es una cosa, el Cirque du Soleil es otra. ¡No somos contorsionistas por el amor del señor!
21. La chupada de drácula:
Es algo super cachondo el practicar suaves y delicadas succiones en los lados del cuello o de lugares sensibles del cuerpo. Pero a ninguna nos gusta andar con los horribles chupetones como si nos hubiese raptado Drácula..... Y a propósito, por favor, no nos chupen como si fuéraran terneros. En serio, eso le quita lo sexy al asunto...
22. Hitler en la cama:
No te pongas a gritar instrucciones sexuales, la cama o sillón trasero del auto o sofá o lo que sea, no es un campo de concentración, y si deseas algo específicamente, pídelo pero recuerda que hay maneras!!
23. Aplastándola:
Por lo general, los hombres pesan más que las mujeres, así que si estando tu encima de ella ves que en lugar de experimentar un orgasmo se comienza a poner morada, bájate de esa posición. Esto es lo mismo que cuando tienen sexo después de haber comido muchísimo, se siente como que te van a reventar como globo de Cantoya.
24. Darle las gracias:
Nunca le des las gracias a una mujer por haber hecho el amor contigo; agradece que te den un poco de sopa o un café, pero nunca una sesión de buen sexo, sería como pagarle con tarjeta de crédito por lo que acaban de hacer.....

tecnicas para un buen amante

Entretenerte lo mas posible en los preliminares. La mayoría de las mujeres disfrutan enormemente con besos, abrazos y caricias tiernas. Es como si necesitaran volverse a enamorar, y estar seguras de ser deseadas por ellas mismas antes de empezar a disfrutar realmente de su propia sexualidad de una forma más egoísta.

Desnudarla muy despacio, acariciándola por encima de la ropa. Hay muchas mujeres que se excitan más vestidas que desnudas del todo. Si os apetece tomar un baño o una ducha pídele que te deje hacer y tratarla con mucho cariño como una madre lo haría con su bebé, a muchas mujeres este tipo de conductas maternales y protectoras les baja por completo las defensas y les prepara perfectamente para una experiencia sexual perfecta. Pero aunque no sea así ducharse antes del sexo se agradece sobre todo si no eres muy escrupuloso con tu higiene personal.
Mantén una agradable media luz. Y habla, lo mismo que la vista es el sentido por el que entran las imágenes eróticas en el cerebro masculino, el oído es el sentido femenino. Dile todo lo que te gusta y todo lo que la quieres. Si le gusta dile alguna palabra obscena. Avánzale lo que le vas a hacer. Pon tu creatividad al servicio de la palabra. Estate muy atento a su respiración, te va a ir indicando en que estado se encuentra y hasta que no la sientas bien excitada no le toques el pecho o los genitales.

Besa y acaricia todo su cuerpo y entretente en cada zona varios minutos. Un secreto: las verdaderas zonas erógenas de una mujer son las mas lejanas de su zona genital. Los pies y el cabello si los acaricias bien pueden provocarle un orgasmo para tu sorpresa y seguramente la de ella.

Entretente mucho y hasta que no la notes bien excitada no le toques el pecho. Acarícialo con suavidad, algunas mujeres lo tienen extremadamente sensible y recuerda que para la mayoría de las personas dolor y placer son incompatibles. Lame y succiona suavemente los pezones y si notas que aumente su excitación no dejes de estimularlos, continua hasta que ella te diga basta.

En este momento tiene que estar ya muy excitados y le toca el turno al clítoris, trátalo con suavidad, recuerda que es como tu glande. Usa el líquido vaginal para lubricarlo y no lo toques directamente. Pon atención a sus movimientos, estos te indicaran el ritmo que debes imprimir a la caricia. Si notas que está llegando al orgasmo no dejes de estimularla porque probablemente perderá la excitación y se sentirá muy, muy frustrada, sigue hasta que lo tenga y penetra después si ese es tu gusto en ese momento.