viernes, 15 de enero de 2010

mi esposa

Hola, somos una pareja, casados hace ya 15 años, mi esposa es boricua, repartidas bellamente en un cuerpo esbelto, de pechos paraditos y nalgas duras y redondeadas a la perfección, nada, la típica hembra caribeña, de piel canela clara, ojos negros y pelo ondulado hasta la media espalda.
Bueno, el asunto es que mi esposa es de una mente bien morbosa (que es lo que me atrajo de ella) y que vive inventando cosas para complacerme en lo sexual, bueno, no solo complacerme, sino volarme la cabeza y dejarme loco. Una vez, caminando por una playa a las 5:00 p.m., con el sol cayendo, pero aún varias personas en la playa, ella me dijo:
-Que rico sería caminar así por la playa, pero desnuda, verdad?
-Sería lindo verte caminar desnuda por aquí, pero aún hay gente en la playa- le contesté.
-Pues que se lo gocen- fue su respuesta, a la vez que se despojaba de su bañador de dos piezas y quedaba en pelotas, a la vista de algunos - total que ya me han visto las nalgas (su traje es un thong pequeñito) y casi todas las tetas- añadió.
Yo me quedé de una pieza, pues, pese a ser desinhibida, era su primer "display" desnuda, en público... de mas está decir que mi miembro se endureció al instante al ver un par de chicos jóvenes que se quedaron extasiados ante el tremendo show de mi esposa. Al cabo de como un minuto ella volvió a ponerse su traje de baño y retornamos para dejar la playa por temor mío a que alguien llamara a la policía o algo peor.
Cuando llegamos al apartamento, ella me tomó de la mano y me dijo:
-Vente, para que nos bañemos juntos y nos saquemos la sal y la arena de arriba.
Acto seguido estábamos en la ducha y ella comenzó a enjabonarme por todos lados hasta que llegó a mi pinga súper dura y comenzó a sobarla mientras me preguntaba:
-Te gustó verme desnudita en la playa, frente a la gente, eh?, te gustó como los chamaquitos se pusieron bellacos con mis tetas y mi culo? Dime, papi, dime que te gustó y se te paró el bicho cuando viste a tu putita así, desnudita en la playa...!
Ella sabe como me excita oírla hablar así y ella misma se pone súper caliente cuando yo la llamo "puta" o cuando ella misma se lo dice.
No aguanté mucho más y la cogí, levantándole una pierna y metiéndole de un solo tirón todo mi miembro ardiente.
-Así, papi, así.....bien bellaco, así te quiero...! Dame duro...dale duro a tu puta...asiiii...!- comenzó a gritar.
-Si, mi puta linda, así te quiero siempre, bien puta y rica.....!!!
-Te gusta que sea puta, eh papi? Te gusta?
-Si, coño, me encantas puta y quiero que seas bien puta siempre- le dije mientras me venía copiosamente dentro se ella.

Mas tarde, reposando en la cama, ella volvió a jugar con mi pene y comenzó una rica mamada que me lo paró de inmediato. Carmen tiene la facultad de tragarse todo mi miembro hasta la garganta, con una facilidad pasmosa y, todavía con todo metido hasta el fondo, saca la lengua y me lame el falo o las bolas, increíble!!!
-Que rico se te pone!- exclamó entre mamadas y lengüetazos- lo quiero así siempre!
-Tu sabes que me lo pones así cada vez que haces una de tus loqueras!
-Bueno, porque yo sé que a ti te gustan mis loqueras y a mi me gusta ponerte bellaco, viste?
-Y si esta noche haces otra cosita mas para mí?
-Como qué, papi? Qué quieres que haga tu nena?
-Lo que tu quieras... tu mente no tiene límites!
-Ok, pues esta noche te voy a poner a gozar- me dijo mientras seguía sus lamidas y chupadas- Sabes que quiero hacer para ti?
-Dime, por favor!
-Me voy a vestir súper sexy y me voy a levantar un jevito bien jovencito para ponerlo bellaco y que me veas putear con él, te parece?
El solo imaginarme la escena hizo que me viniera en su boca y sobre su cara.

Mas tarde, mientras la esperaba viendo la tele en la sala, ella salió vestida (bueno, casi) con un top de lycra blanco que solo se amarra a la espalda y al cuello y que casi le transparenta sus pezones y se los marca perfectamente aún cuando no esté excitada. Acompañando la blusita se puso una micro mini falda roja, tipo colegiala, que a penas le tapa sus paraditas nalgas. Cuando se dio vuelta, la faldita se levantó y dejó al descubierto su tanguita thong de tela translúcida que deja ver claramente su totito depilado. Para finalizar se calzó unas sandalias de tirillos (tiene unos pies súper sexy) con tacón de 4 pulgadas, que la elevaban por encima de cualquier hombre promedio. Definitivamente ella iba a causar revuelo con su atuendo esta noche!!!
-Te gusto, papi?- me preguntó poniendo carita de inocente bebé.
-Estás cabronamente rica y mira -le enseñé mi pinga dura marcada en mi pantalón- si esto me haces a mí, que te veo a diario, que no le harás a los demás tipos en la disco?
-Pues vamos a la guerra -respondió- que hoy te voy a joder la cabeza como nunca antes!!!
De mas está decir que el revuelo fue brutal... los hombres se babeaban, las mujeres la miraban con expresión entre sorprendidas y envidiosas y hasta uno de los mozos se estrelló contra un cliente por estar mirándola a ella, derramando varios tragos encima del tipo.

-Mira lo que estás provocando -le dije divertido- aquí alguien se vuelve loco hoy.
-A ti es a quien quiero volver loco, mírame!
Y dicho esto, se fue a la pista de baile a moverse sensualmente. En nada, un individuo como de unos 25 años se le arrimó para bailar, pero ella le dio la espalda y se movió a otro sitio en la pista, justo al lado de dos chamaquitos como de 18 o 19 años, bien jovencitos. Los chicos, aunque estaban acompañados en la pista, se pusieron a bailar con ella y, uno de ellos, al ritmo del reggeton, se le pegó por detrás y comenzó a frotar su pelvis en las nalgas de Carmen, la cual, poniendo sus manos sobre sus rodillas inició un movimiento de nalgas sobre el miembro ahora duro del chico quien, ni corto ni perezoso, le echó mano por la cintura haciendo como que se la clavaba con ropa. Los dos chamacos no sabían ya que hacer, el manjar frente a ellos los tenía locos. Uno la tomó por la cintura, esta vez de frente, y ambos comenzaron a golpearse las pelvis con fuerza, como si estuvieran cogiendo allí mismo. Mi bicho estaba a mil viendo a mi mujer encender de esa manera a dos jóvenes casi 20 años menores que ella.
La música cambió y Carmen volvió a sentarse conmigo, sudada, risueña, con una expresión como el gato que se comió al canario. Me dijo:
-Viste como se pusieron locos los chamaquitos? estaban a millón, se los puse bien duros...!
-Estás divina, mi vida... por eso te desean tanto- le dije, mientras le daba un beso de lengua bien rico.
Cuando nos separamos, uno de los chicos estaba a nuestro lado y venía acompañado por un tipo mayor, como de 30 años, bien vestido, blanco, alto y atlético, usando gafas oscuras (lo que me dio a entender que era un tipo medio mafioso).
-Hola, gente!-dijo el chico, señalando con el pulgar al otro- Este es Charlie y quiere hablar con Ustedes par de cosas.
-Hola, Charlie-dije yo- en que podemos servirte?
El tipo se acomodó a mi lado y me dijo sin tapujos:
-Mano, tu jeva está súper rica y me dicen los muchachos que es bien caliente y, si tu quieres, hacemos negocio ahora mismo.
-Qué clase de negocio?-pregunté ya sabiendo la respuesta
-Bueno, cuánto cobra ella para estar conmigo y mis muchachos un rato? Digamos, entreteniéndonos, bailando para nosotros y esas cosas. Tenemos un salón privado aquí detrás y es nuestro por la noche.
-Debo hablar esto con ella primero -le respondí- y luego me reúno con ustedes en el privado, ok?
-Ok, te espero allí -respondió, parándose de inmediato y retirándose hacia la parte opuesta del local.
Al volverme hacia mi esposa, vi la cara de picardía que ella tenía y le dije:
-Quieres jugar este jueguito? Mira que puede ser peligroso.
-Pero también puede ser rico, verdad? -me contestó, dejándome sin argumentos.
Acto seguido, no dirigimos al salón privado y, al entrar vimos que estaba ocupado por el tipo de las gafas, otro individuo negro, mas alto que el gafas, flaco y atlético, los dos chicos de la pista de baile y dos chamaquitas, bien lindas ambas, que iban entre los 18 y 22 años a lo sumo.
-Pasen adelante, sin miedo! -nos dijo Charlie- Mira, aquí están Joey y Cano (los nenes), Javi (el negro), Ely y Sandrita (las nenas)...-añadió señalando uno a uno mientras los presentaba.
-Ella es Carmen, mi esposa, y yo soy Mario- seguí las presentaciones.
Al escuchar que Carmen era mi esposa, Charlie miró a Javi, asintiendo con cara de sorpresa.
-Tu mujer, tu esposa...de veras? -preguntó- Y cómo tu permites que ella se vista así y baile de la forma que lo hacía, cuando esto puede provocar a otros hombres?
-Es que somos de mente liberal y nos gusta la jodedera -dije francamente
-Eso es bueno -respondió Charlie- y, puede ella bailar un poco para nosotros?
Antes de que pudiera responder, mi esposa se paró frente a mí y, mirándome a los ojos, con cara de lujuria, me dijo:
-Gózatelo, papito!!!
Colocándose de inmediato en el medio del pequeño salón e iniciando un baile de movimientos muy sensuales, en el cual se tocaba los erectos pezones, se levantaba los lados de la faldita y daba vueltas para mostrar sus ricas nalgas con el tanguita metido hasta amén. Rápido, todos los varones estábamos haciendo esfuerzos por acomodar nuestros miembros en el pantalón, mientras las dos chicas se reían divertidas.
Charlie, entonces, llamó a mi esposa y le hizo señas de que se sentara en sus piernas, lo que ella hizo de inmediato. El no perdió tiempo y comenzó a sobarle sus muslos y nalgas con una mano mientras con la otra de pellizcaba los pezones y le amasaba las tetas.
-Oye, mano, todavía no hablamos de dinero!- me dijo Charlie mientras magreaba a mi mujer.
-Primero goza y luego pagas lo que consideres justo- le respondí mientras se le venía una amplísima sonrisa a la cara por mi respuesta.
De inmediato, Charlie haló a Carmen por el cuello, hasta pegar su boca con la de ella y darse un beso de lengua que duró más de dos minutos. El la miró con lujuria, diciéndole:
-Estas rica, cabrona puta, mira como me tienes el bicho de duro.... te lo voy a meter para que goces mucho...!
Ella, con los ojos vidriosos del deseo, respondió tocándole el bulto con su mano y sacándose un seno para ofrecerlo a la boca de Charlie, mientras le decía:
-Eso, cabrón, cómeme como tu quieras, que te voy a poner a gozar ese bicho lindo que tienes ahí.

-Mierda, no aguanto mas!-dijo él- te lo quiero comer y te lo quiero meter... ahora!! y, acto seguido, la echó de espaldas en el sofá, quitándole de un tirón la faldita y la tanga y cayendo de cara entre sus muslos mientras iniciaba una comida frenética de coño a mi esposa. Mi pinga estaba a mil!!!
-Ay, que rico, que rico!!! -gemía Carmen, mientras Charlie se lo comía- Sigue así, cabrón que se siente rico!!
-Que coño lindo y rico tienes, puta, me encanta mamártelo!!! -le decía él mientras la encendía mas y mas al llamarla puta.
-Si, papito, cómemelo mucho que hoy soy tu puta y quiero que me des duro, duro!! -jadeaba ella debajo de él.
Al mirar de soslayo a mi alrededor, me percaté que una de las chicas se lo mamaba a Joey y la otra estaba clavada en el falo de Cano sentados en una butaca lateral. Al mirar a Javi, lo que vi me impresionó, el negro tenía su pinga en la mano, masturbándose frenéticamente y aquel aparato debía ser el doble del mío, negro, duro y gordo... solo pensé en si Carmen podría con ese tolete.
Ya Charlie y Carmen habían cambiado y ella, ahora completamente desnuda, apoyada en el respaldo del sillón, de rodillas en el asiento y con las piernas bien abiertas, era cogida por Charlie desde atrás, quien la bombeaba con fuerza. Este se volvió a mirarme y me dijo:
-Esta puta tuya está cabrona..! Que mucho le gusta coger, que rica!!!!
Yo no aguanté más y, rodeando el sofá, le ofrecí mi pinga a Carmen para su boca. Ella me engulló completo, de un tirón y entre mamadas me decía:
-Que rico, papi! Me están cogiendo dos machos y me siento bien puta así... me gusta, me gusta,... que rico, papi, que rico!! Te gusta a tí, papi? Te gusta que sea puta y que me esté chingando otro macho? Me la tiene metida bien duro, papi, y me voy a venir en su bicho.... ahhhhh!!!-Y se vino estrepitosamente mientras Charlie todavía la pintoneaba desde atrás. Yo no aguanté y le grité:
-Toma, puta coge mi leche, que me vengooo!! -y me corrí en su boca y en su cara al mismo tiempo que Charlie le decía:
-Donde la quieres, puta, en tu coño o sobre tus nalgas??
-Dámela en la boca, cabrón!-le respondió mi esposa colocándose de frente al miembro encendido de Charlie que se derramó, parte en su boca y parte en su cara, tal como yo lo había hecho antes. Mas ella, sin dejarlo terminar, se tragó ese bicho hasta la garganta, provocando que Charlie se estremeciera del gusto al grado que casi se cae por los temblores.
-Ahhhhh! Coñooo! que gusto rico, que lindo mamas, puta rica!!!-le gritó
-Si, papito, te gusta como te lo mamo, verdad? y volvía a engullirlo, provocándole mas temblores.

De pronto, Javi, con su enorme tronco, se paró delante de mi mujer, la agarró por el pelo y le dijo:
-Pues si te gusta mamar, ahora te vas a comer este bicho y lo vas a poner a gozar, so puta!!!
Ella no perdió tiempo y empezó a tragarse el enorme falo negro y, ante la sorpresa de todos, también se lo metió hasta la garganta, al grado que hasta tosió un poco antes de volver a introducirlo por completo e iniciar una mamada frenética que puso loco a Javi, el cual soltó el pelo de ella, tratando de buscar equilibrio ya que le flaqueaban la piernas. Pero ella lo agarró por las nalgas, como si quisiera tragárselo completo, empujándolo hacia su boca y ahí el no pudo mas; se lo sacó de la boca y pajeándose frente a su cara, se vino a chorros sobre su cuello, sus tetas, su cara y su pelo; dejándola hecha un mar de semen.
Mi esposa, con su cara embarrada, se volvió hacia mi y me dijo sonriente:
-Mira como te pusieron a tu puta, mi vida... me bañaron de leche te gusta este maquillaje?
No sé por qué, pero la vi más sexy que nunca, más puta que nunca y sentí que la amaba más todavía. Le dije:
-Mi chula, estás linda así bañadita de leche, te amo!!!
-Y yo a ti, mi cielo...
Mas tarde, esa misma noche, Carmen se chingó a los dos chamaquitos, a Javi y a Charlie, otra vez y una de las nenas le mamó la concha luego que Cano se viniera dentro de ella. Después Charlie obligó a la otra a que también se lo comiera a Carmen, hasta hacerla venir y luego me lo mamó a mí, con los mismos resultados. Al irnos retirando, Charlie puso en mis manos un sobre y me agradeció los servicios. Ya en el auto, al abrir el sobre, nos encontramos con $750.00 en cash.
-Bueno, al fin y al cabo pagó bien, eh? -comentó mi esposa
-Yo creo que ellos aún salieron ganando -fue mi respuesta.
Ya de regreso a nuestro hogar y recostados en la cama, Mi bella esposa me dijo:
-Papi, verdad que yo soy la mas puta que has conocido en tu vida?
-Claro, mi amor y por eso te quiero tanto! -fue mi respuesta sincera
-Pues voy a ser todo lo puta que tu quieras que sea, voy a ser tu puta, tu requeteputa y todo lo que quieras -prometió - porque yo sé lo mucho que te gustó verme chingar con otros machos, ahí, frente a tu cara y ver como me lo metieron y me lo mamaron y como ellos se vinieron en mi cara y en mi chochita y yo sé que te gustó como esa chiquita me mamó la tota y me hizo venir la cabroncita. Verdad que te gustó?
-Si, mamita, me encantó y sabes lo bellaco que me pone al verte tan puta. La próxima vez, no solo vas a dejar que otra nena te coma el coño, sino que tu le vas a hacer los mismo, verdad?
-Ay, que rico.... ya me puse bellaca de nuevo, y si, lo voy a hacer si me lo pides y voy a mamar chocha por ti, mi amor y le voy a meter la lengüita en el culito a la nena.... pero ahora, mi amor, necesito que me hagas el amor, YA!!!!
-Te amo, mi chulita!
-Te adoro, papi mío!
Y nos amamos desenfrenadamente esa madrugada. Y así vivo feliz con mi mujer linda y deliciosa, que me complace en todas mis fantasías.
A todos los varones les digo, compartan a su mujer y vivan sus fantasías que la vida es corta y hay que gozar!!!

Cambio

La lujuria había crecido entre nuestros vecinos y nosotros, cada vez que salíamos yo no podía apartar mis ojos de las piernas de Beatriz, y al parecer ella no le importaba ya que cada vez que salíamos, se colocaba prendas muy sensuales, además, ella disimuladamente dejaba ver sus bragas. Al parecer, mi mujer también hacía lo mismo, ya que cuando salíamos con nuestros vecinos, se ponía los vestidos más cortos de su closet, además de bikinis muy diminutos.

Una noche, nuestros vecinos nos invitaron a celebrar un ascenso en el trabajo de Carlos, iríamos a comer a un restaurante y luego seguiríamos en su casa, Teresa se vistió muy sensual pero a la vez muy elegante, llevaba un vestido largo con un gran escote que le permitían ver el nacimiento de su grandes tetas, nos reunimos con nuestros vecinos a la hora indicada, Beatriz estaba bellísima, llevaba un vestido largo con trasparencias, ceñido al cuerpo el cual dejaba ver muy bien sus atributos, los hombres vestíamos elegantemente pero nada extravagante. Nos fuimos los cuatro al restaurante, íbamos en el carro de nuestros vecinos, hablábamos de cosas triviales hasta que llegamos al sitio, luego de pedir una botella de vino como aperitivo, pedimos la cena, la cual paso sin mayores detalles, después de algunos tragos y risas nos marchamos a casa de nuestros vecinos donde seguiríamos celebrando.

Ya las caras de Carlos y Beatriz estaban sonrosadas y sus ojos les brillaban, Teresa y yo no estábamos tan prendidos, ya que habíamos tomado menos que ellos, de hecho, yo no acostumbro a beber tanto. La bebida les había empezado a hacer su efecto, cuando llegamos a casa de nuestros vecinos nos sentamos en el sofá los cuatro, Carlos, Beatriz, mi persona y Teresa, en ese orden, el muslo de Beatriz estaba pegado al mío, dejándome disfrutar de su calor, yo tenía los ojos clavados en su escote, disfrutando de sus tetas, no sé si consciente o inconscientemente, mientras la conversación se iba dirigiendo hacía el tema del sexo. Carlos y yo no paramos de echarles piropos a nuestras mujeres, fue Carlos el primero que inició la conversación, cuando ya el tema de sexo estaba bastante fuerte, y habló sobre el video que habían hecho el y su esposa, agregando además: ¡y por cierto el de ustedes quedó muy bien!, diciendo Beatriz: ¡si, es verdad, nos hicieron estallar de la calentura cuando lo vimos!, yo conteste: Bueno, la verdad es que lo preparamos para ustedes después de ver el suyo, el cual nos encantó, ellos se miraron a la cara y dieron una sonrisa.

Ya habiendo dejado atrás cualquier tipo de tabúes entre nosotros, hablando un rato sobre los videos, sobretodo lo que sentimos al verlos a ellos follando, salió el tema del intercambio de parejas, Carlos y yo éramos los que más opinábamos acerca del tema, diciendo que habían parejas que se citaban con otras parejas por Internet y que hacían el intercambio, ellas intervenían de vez en cuando con comentarios jocosos, hasta que Beatriz añadió que no le importaría cambiar por una noche a su marido, ya que se tenían suficiente confianza y eran de mentes abiertas, claro siempre y cuando conociera bien a la otra pareja, mi mujer contestó algo parecido y ni corta ni perezosa, rodeó con sus brazos el cuello de Carlos y le dio un sonoro beso en la mejilla.

Después de esto, pusimos música y saqué a bailar a Beatriz, ella se pegó a mi cuerpo como si yo tuviera imán, podía sentir sus grandes tetas, sentía sus tiesos pezones clavados en mi pecho, pero lo que más me sorprendió, fue cuando empezó a besarme suavemente las mejillas, acariciándome el pelo. No pude contenerme más, le acaricié el pelo, pasé mi mano por su cintura y bajé hasta sus nalgas, que eran firmes como roca, ella me pasó sus brazos sobre mis hombros, nos miramos a los ojos y nos besamos apasionadamente, mi lengua exploraba su boca con ansiedad, y mordisqueaba su lengua, ella me respondió con la misma pasión, nuestras lenguas se encontraron casi entrelazándose entre sí, abrí los ojos para ver que hacía mi mujer, y vi que ella y Carlos tampoco perdían el tiempo, bailaban y restregaban sus cuerpos el uno contra el otro, Carlos la tenía cogida por las nalgas, mientras la estaba besando. No me molestó lo que veía, ya que estaba haciendo lo mismo con su mujer, pero lo que me hizo perder el control, fue cuando Beatriz me empezó a besar el cuello, bajando por el pecho, luego se arrodilló frente a mí y pasó su mano por encima de mi paquete, y de pronto sacó mi verga del pantalón.

El contacto de su mano acariciándome el capullo, me hizo estremecer de gusto, enseguida se me paró toda, mientras ella me tocaba, le fui metiendo mano por su escote y tuve mi primer contacto con sus tetas, fue espectacular, se la empecé a masajear mientras ella desabrochaba su propio vestido para quedar en ropa interior, a los pocos segundos, la dirigí hacia el sofá y caímos los dos excitados al máximo, me sacó la camisa y los pantalones quedando solo en interiores, ella se tumbó sobre mí y con su lengua fue deslizando desde mi cuello a mi ombligo, mi verga cada vez estaba más dura, entonces vi que Carlos le había metido la mano por debajo del vestido a mi mujer y le tocaba sus nalgas y el coño, Teresa no lo pensó dos veces y le bajó el cierre del pantalón, se arrodilló y se tragó la polla de Carlos hasta la garganta, le estaba haciendo una mamada increíble, por lo menos eso supuse, porque Carlos solo miraba al cielo y colocaba sus manos sobre la cabeza de mi mujer, Beatriz estaba muy excitada y bajé la mano hasta su coño, sus piernas se abrieron y dejó su clítoris a mi disposición, le pase mi lengua por toda su raja y le hacía pequeños círculos en su clítoris, le metí un dedo en su ya mojado sexo sin dejar de pasarle la lengua por su clítoris, lo cual la hacía gemir y no paraba de moverse, su sexo además de mojado, estaba riquísimo, entonces me dijo que si no paraba iba a correrse.

Dejé de tocarla y le dije: ¡Vamos perra, arrodíllate, ¡quiero que te comas mi verga!, no se hizo rogar, la cogió con una mano y fue pasando la lengua lentamente por mi hinchado glande, mi miembro temblaba de gusto, mientras me la mamaba, con la otra mano se estaba haciendo una paja, la hice levantar, me senté en el sofá, le di un beso y lentamente la hice sentar encima de mi dura verga, la muy zorra debía estar muy caliente, ya que empezó a follarme como una loca, se levantaba al máximo y se dejaba caer clavándosela hasta el fondo, yo mientras tanto masajeaba sus grandes tetas, aceleró sus movimientos y se puso a gritar que se corría. ¡Me corro, Vaya si se corrió!, parecía que se hubiera orinado, de los fluidos que le salían, ya no podía más, y cuando terminó de correrse, le dije que quería correrme en su boca, mi querida vecina se arrodilló y me la meneó con rapidez y maestría, de pronto, le solté toda la carga de mis bolas, tenía tanta leche que no le daba tiempo a tragársela, nos sentamos en el sofá a descansar y lo que vimos nos puso calientes.

Carlos había colocado a mi mujer a cuatro patas como una perra, y se la estaba follando por el culo, la muy zorra ni gritaba, solo gemía y decía que le daba un gusto tremendo, Carlos aceleró la follada y por sus convulsiones supimos que se estaban corriendo los dos a la vez, mi mujer se levantó y se acercó a mí para darme un beso en la boca, pude ver como la leche de Carlos le resbalaba por los muslos, más tarde y una vez recuperados, por supuesto ya libres de tabúes y complejos, nos fuimos a la habitación y volvimos al ataque, lo que había pasado era solo el principio, de lo que vendría, todavía faltaba algo que me sorprendería aún más, nos besábamos apasionadamente hasta que poco a poco nos fuimos poniendo calientes, Beatriz sorpresivamente le dio un beso a mi mujer, y sin darle tiempo a decir nada bajo y empezó a comerle el coño. Teresa no paraba de gemir y dijo: Así Beatriz, que gusto, es la mejor comida de coño que me han hecho nunca, oh, que bueno, que bueno, Ah, Ah.....

Por lo visto era una experta, porque al poco rato mi mujer se corrió, pero la muy perra quería más, Carlos y yo estábamos empalmados y listos para participar. Tumbamos a mi mujer en la cama y Beatriz le comía el coño, Teresa parecía una fuente, nunca la había visto así, mientras tanto, Carlos le puso su verga en la boca y Teresa se la mamaba, ella la chupaba como si fuera una chupeta, yo luego de ver por unos segundos esa excitante escena, y viendo que el culo de Beatriz estaba libre le pasé la lengua para lubricarlo un poco y le fui introduciendo, primero un dedo y luego dos, cuando creí que estaba preparada, apunté la verga hacia su agujero y lentamente se la fui clavando, primero hasta la mitad, después hasta lo último, y comencé a bombearla con toda mis fuerzas, podía sentir mis bolas chocando en su coño, Beatriz solo gemía pero no paraba de comerle el coño a mi mujer, estábamos todos enloquecidos y muy calientes, pero Carlos y yo, retardamos nuestra corrida todo lo que pudimos, cuando acabamos él y yo estábamos agotados, pero las dos mujeres querían más, Beatriz dejó el coño de mi mujer y mirándola le dijo: Querida, quiero que ahora me comas el coño tu, y quiero que me limpies el culo que está rebosante de la leche de tu marido.

Pensé que Teresa se resistiría, era la primera vez que se comía un coño, pero me equivoqué, colocó a Beatriz en el lateral de la cama y con los pies tocando al suelo, se arrodilló, le abrió bien las piernas y restregó su cara por el coño húmedo de Beatriz, ella dio un brinco y le cogió la cabeza a mi mujer, la guiaba por donde ella quería y le iba diciendo que no tuviera prisa, que se la "comiera" lentamente. Por lo visto, Teresa lo hacía bien, porque Beatriz le soltó la cabeza y empezó a arquear la cintura y a gritar que se corría, entonces mi mujer, le levantó las piernas y cuando Beatriz ya se había corrido, recogió todos los jugos de mi vecina y la leche que salía por su culo y lo limpió bien. Bueno, así terminó esa noche, estábamos los cuatro tirados en la cama exhaustos de la follada que habíamos dado, espero que les haya gustado y será hasta la próxima.