lunes, 9 de noviembre de 2009

Vacaciones

Esta historia me sucedió este verano, y se convirtieron en las vacaciones más excitantes de mi vida. Yo los tres últimos años voy con mis amigos a un sitio de la costa, donde un amigo mío cuenta con un apartamento. En esa misma localidad mi primo y su mujer tienen un chalet. La mujer de mi primo, Lupe, pasa allí casi los dos meses de verano, mientras mi primo apenas va veinte días, ya que trabaja.
Lupe era una mujer espectacular a pesar de tener ya dos hijos, pero apenas cuenta con 27 años. Tiene unos pechos de la talla cien. Yo ya lo sabía, porque en agosto, algún día que van al pueblo, yo aprovecho cualquier oportunidad para robarla la ropa interior y masturbarme con ella. Esa practica la tengo ya desde hace muchos años.
Volviendo a la historia, este verano, yo me encontraba con mis amigos por el rastro que ponen los miércoles en la ciudad. Allí de repente me vino un niño pequeño agarrando de las piernas y cuando me gire era su hijo. Entonces apareció ella con su otra niña. Así empezamos a hablar que como me iban las vacaciones y todo eso. Ella me invitó a comer a su casa, y así iba a la playa privada que tenían la urbanización de 15 apartamentos donde vivían. Me dijo que allí hay unas extranjeras en tetas impresionantes.
Así que despidiéndome de mis amigos nos fuimos los dos niños, ella y yo. Pasamos desde las doce que llegamos hasta las tres en la playa, y efectivamente había un grupo de alemanas en top-less que eran impresionantes. A las tres fuimos a comer:
- Voy a mirar haber si hay algún bañador de Basilio para que te pongas, porque sino me llenas todo de agua y tierra, además así se te seca para la tarde. Mientras vete poniendo la mesa

- Vale
A los cinco minutos:
- Ven a mi habitación. No he encontrado bañadores pero hay algún calzoncillo así que ponte el que quieras
Entonces ella se quito la parte de arriba del bikini y estuvo andando por la habitación en busca de una camiseta. Yo al llevar bañador no podía disimular mi bulto. Ella se percato y siguió con lo suyo hasta que se puso la camiseta. Ella me dejo y yo me metí al baño que hay dentro de la habitación y empecé a masturbarme como un loco. Yo notaba como si ella me estuviese espiando pero cuando termine y salí, ya con el calzón puesto, solo pude oírla alejándose por el pasillo.
La comida transcurrió normal, con los dos niños jugando. Después ella les acostó y me dijo que me sirviera un pacharán y a ella también. Ella llegó y empezamos a hablar de cosas triviales, hasta que me preguntó:
- ¿Qué tal de chicas estas vacaciones?
- Bueno lo justo, pero poca cosa
- Así que no has llegado a mayores
- Pues a mayores, lo que se dice mayores, no
- Tranquilo, todavía te quedan cuatro días, y quien sabe lo que puede pasar. Cuando menos te lo esperas, zas. Bueno, vamos a la playa, ahora no hay casi nadie y esta muy tranquilita.
Fuimos a su habitación, ella nada más llegar se quito la camiseta, tenía los pechos todavía sin cubrir, y abajo ya no llevaba el bikini, sino que llevaba una braguita. Me dijo que me diera prisa, pero yo estaba paralizado. Ella se quitó la braguita, quedándose completamente desnuda. Mi bulto no se podía disimular en los boxer. Empezó a ponerse la parte de arriba, y me pidió que se lo atará por la parte de atrás. Yo lo hice gustosamente. Pero después ella se giro y me dijo:
- Pero todavía así, anda toma el bañador y póntelo, que luego se despiertan los niños.
Me lo trajo y al ver mi bulto ella me apretó el bañador contra mis partes.
- Por lo que veo te has excitado conmigo
- Bueno, yo
- No pasa nada es normal, sé que todavía tengo un buen polvo
- Bueno, es que
- Si, que no has podido evitarlo. Como esta mañana ¿no?
- Cuando
- ¿Cómo que cuando? Cuando has ido a masturbarte al baño, que te he visto
- Bueno, yo
- Si no pasa nada. Venga te lo voy a poner yo
Ella todavía no se había puesto la parte de abajo del biquini y poniéndose de rodillas me bajo el calzón y dijo:
- Pues si que te he puesto cachondo

Al tiempo me dio un beso en la punta del capullo. Se puso en pie y se dirigía hasta la cama. Yo no pude evitarlo y la agarré por detrás y la empecé a tocar la concha, que por cierto tenía húmeda. Primero empecé con un dedo, muy despacio, luego con dos, pero ella quería más y terminé metiendo cuatro. Ella disfrutaba mucho y yo estaba cumpliendo una de mis fantasías eróticas. Ella alcanzó el orgasmo. Pero se levantó y se dirigía hacia la puerta, yo la dije que no se podía ir, que ahora no. Pero ella solo puso el pestillo de la puerta. Vino muy rápido y se tuvo en la cama:
- Ven que vas a saber lo que es una buena cubana.
Yo me puse encima de ella de manera que me apretó mi polla entre sus dos enormes tetas. Nunca antes me habían hecho una cubana. Era algo fantástico que me hizo correr muy pronto, me corrí sobre su cara y sus tetas, ella lamía lo que había caído cerca de su boca y luego lamió lo que quedo en mi pene. Y siguió lamiéndomelo, metiéndosela hasta que sus labios chocaban contra mis testículos. Se notaba su habilidad succionadora. Después de hacerme llegar al orgasmo me corrí dentro de su boca hasta que la dejé casi ahogándose y se la salía por los labios, pero después de tragárselo también se lamía los labios.
- Ahora te toca a ti comérmelo todo
Tumbándose en la cama me dejo toda su almeja abierta para que yo lo hiciera con la boca. Así fue, yo empecé a lamérselo suavemente, y también lamía sus alrededores depilados. Después de un rato empecé a introducir un dedo por su culo, ella de placer me agarro por la cabeza y me la apretó más contra su húmedo coño. No tardo en alcanzar el orgasmo mientras me tiraba aun más fuerte del pelo. Me dijo que la follará, que no podíamos descansar ya que los niños no tardarían en despertarse. Así fue, empecé a introducir mi verga por su muy lubricada almeja, empezamos despacio, pero en seguida ella aceleró los movimientos. Era un desgaste inmenso, al igual que era un placer infinito. Lo hicimos durante un buen rato. Después llegaba la despedida:
- Ha sido algo increíble, he soñado muchas veces con esto
- Bueno, yo no lo esperaba, pero al verte empalmado y ver como te masturbabas en el baño, no te podía dejar marchar así.
- Muchas gracias, pero espero que no hagas esto muy a menudo, porque si no Luís no puede entrar por las puertas.
- De los siete años de casados solo lo he hecho un par de veces, de forma casual, pero lo de hoy ha sido fantástico. Pásate esta noche a eso de las doce haber si ya has recuperado fuerzas. Haré una cena especial.

Esa noche me pase por su casa sobre las doce y ella me abrió vestida solo con un tanga y un beso en la boca. Pasamos a su habitación, la mesa estaba llega de marisco. Me dijo que para cenar había que desnudarse. Yo enseguida me quede completamente desnudo. Me dijo que la cena la tenia congelada para cuando viniera su marido pero que este era un mejor momento. Empezamos a comer unas nécoras y unas cigalas. Cuando llegamos a los langostinos ella se puso uno sobre sus labios vaginales, yo fui a comerlo y empecé también a comerla toda su concha. Me paro, me hizo poner en pie y después de echarme mayonesa por toda la polla comenzó a chuuparmela y a lamerla cuando iba a correrme me puso en dirección a su plato de langostinos y me corrí sobre sus langostinos. A continuación se echó mayonesa por todas sus tetas para que yo las chupara, a la vez la iba masturbado con dos dedos, una vez limpiada toda la mayonesa de sus pechos baje la cabeza para terminar el trabajo anterior hasta que ella alcanzo un sabroso orgasmo. Después me dijo que continuáramos cenando porque quería saborear todavía los langostinos. Ella comió sus langostinos impregnados por mi semen.
Después de la cena decidimos hacerlo en el agua del mar. Completamente desnudos salimos de casa y nos zambullimos en el agua. Yo nunca lo había hecho bajo el agua. Nos cubría por los pechos, y los de ella flotaban como dos boyas. Nos fundimos en un gran beso y nos sumergimos debajo del agua. Después de salir otra vez ella se volvió a sumergir para chupar mi verga debajo de agua pero enseguida tuvo que subir de nuevo. Agarrándola por las piernas la levante y me las puso por la espalda enrolladas mientras yo empece a penetrarla. Estuvimos haciéndolo mucho tiempo. El esfuerzo que yo realizaba era menor y la sensación era maravillosa. Cuando yo me corrí dijo que lo mejor era volver a casa porque podían vernos algún vecino.
En casa nos duchamos juntos fundidos en besos y mordisqueando sus enormes pezones. En la cama seguimos con los besos y las caricias. Empecé a rozar con mi mano por su culo y ella dio un leve gemido que me incito a seguir acariciando esa zona, así que introduje un dedo por su culo, cuando iba a introducir el segundo ella me quito la mano y me empezó a lamer los dedos para que estuviesen más lubricados. Así que introduje los dos dedos humedecidos.

- Dame por detrás ya, que no aguanto más
No tarde ni un segundo el sacar los dedos y ella me empezó a lamer todo mi miembro y a escupirle para ponerse luego a 4 patas. Yo introduje mi polla y ella dio un grito de dolor pero a medida que yo aceleraba los movimientos ella cambio esos gritos de dolor por gritos de placer. A los cinco minutos yo descargue dentro de su culo. Después nos fundimos en un beso y me fui a duchar. Cuando regrese ella ya se había dormido. Yo también caí rendido a los cinco minutos. Nunca en un solo día había hecho tantas veces el amor, porque lo que hicimos es el amor
Hoy todavía nos solemos ver una o dos veces por semana en su casa, y lo convertimos en unos polvos fantásticos, siempre estamos innovando lugares, posturas y situaciones y resultan unos polvos inolvidables. Yo me encuentro loco porque lleguen esos días, estoy muy enamorado pero no se si es de ella o de los polvos que echamos. No se lo que durara esto, pero mientras ambos disfrutamos como locos.

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