domingo, 1 de noviembre de 2009

Que Viaje!

Esta historia me sucedió en Junio del año pasado, durante el viaje de fin de curso, cuando tenía 22 años recién cumplidos. Nos alojábamos en un hotel, bastante malo, de Roma. Sara y yo siempre nos lo habíamos contado todo desde pequeñas, y desde que descubrimos el sexo más aún. Estando una noche hablando en la habitación hasta muy tarde, se me ocurrió la idea de hacérnoslo entre las dos, nunca lo había hecho con una mujer, pero me excitaba probarlo. Se lo dije a Sara y ella se alegró bastante y me confesó que también lo había pensado.Nos quitamos el pijama las dos y nos dimos un beso profundo y caliente, fui bajando pasando por sus pechos, que son bastante grandes, hasta llegar a su concha que estaba caliente y húmeda, siempre había deseado comerme una. Empecé la tarea intentando hacerlo como me lo habían hecho a mi, mientras que con la mano derecha me daba gusto a mi misma. Sara empezó a gemir, pero no en un tono demasiado alto, ya que estábamos junto a las habitaciones de otros compañeros del curso que seguramente estarían dormidos. La iba dando mordisquitos en el clítoris y parece ser que la volvía loca. Pronto noté que iba a llegar al orgasmo, la verdad es que yo también estaba disfrutando como nunca. Cuando terminé con ella, intercambiamos posiciones y ella me empezó a comer el coño, mmmm, todavía recuerdo esas primeras lengüetadas, qué gusto, me lo estaban comiendo como nunca, estaba muy excitada y me vine pronto también. Esa noche no seguimos, ya que la noche anterior no habíamos dormido y queríamos descansar algo. Al día siguiente estuvimos hablando de lo que había ocurrido la noche anterior y se nos ocurrió que podíamos meter a algún tío en nuestra habitación. Conociéndolos bien, seguro que no rechazaban la propuesta. Esa noche no pudo ser, ya que mucha gente no durmió y habría sido muy arriesgado meter a alguien y que nos descubrieran. Pero, el día siguiente las dos sabíamos que todo el mundo iba a estar cansado e iba a dormir, excepto nosotras... Ese día nos fuimos en el autobús para Florencia y quedamos en elegir bien al tío, pero en una parada se nos ocurrió una idea mucho mejor, meternos a jugar a las cartas a la habitación de unos tíos y montar una orgía. Esa idea nos excitó muchísimo y nadie nos la podría haber quitado de la cabeza. Al llegar al hotel quedamos con los tres tíos de la habitación de enfrente para ir a su habitación a las 2:30 de la mañana. No nos acostamos tarde ese día, eso era un punto a nuestro favor, ya que nos aseguraríamos de que nadie estuviera despierto. Al llegar las dos y media fuimos a su habitación, los tres tíos se llamaban Javi, Carlos y Adrián, y les conocíamos desde bastante tiempo. Juntamos las camas sin hacer mucho ruido y empezamos a jugar a las cartas. Habíamos quedado en pedirles jugar al Strip Poker, pero nos tendrían que enseñar ya que ninguna sabía. Se lo propusimos y ellos, encantados, nos intentaron explicar, pero pensamos que seria mucho más fácil repartir las cartas y que la carta más baja pagara prenda. No teníamos más que el pijama y la ropa interior, así que pronto nos fuimos quedando sin prendas. Sara fue la primera en quitarse el sujetador, los tres nos miraban con cara de que aquí se iba a montar algo gordo, por ahora nos estaba saliendo todo redondo. A los tres ya se les notaba la erección demasiado, aunque intentaban disimularla. La ronda siguiente fue la definitiva, le toco quitarse prenda a Adrián que se quedó en pelota picada, tenía la verga erecta como un palo, ya no podía resistirme más, me acerqué a donde estaba, le agarre la polla y me la metí en la boca y empecé a sobarla, estaba bien caliente y me sabia divina. Al poco tiempo observé como los otros dos habían cogido a Sara y la empezaban a sobar. Sabía que le quedaba poco a Adrián para correrse, me avisó y saco la polla de mi boca, lo que le salió fue algo espectacular, llego hasta la pared. Entonces me cogí a Javi y me encontré con una verga enorme, esto me excitó tremendamente y me dio un subidón, empecé a hacerle una mamada a su polla grandiosa mientras que Adrián se colocaba y me empezaba a comer el coño, Sara por su parte se divertía con la polla de Carlos. Estaba excitadísima y sabía que me iba a correr en cualquier momento, Javi me avisó que se corría, pero esta vez quería toda su leche para mí, saco la polla y me apunto de cerca a la boca, y una ráfaga de leche inundó mi boca y mi cara, mmmm, nunca me había sabido tan buena. Ya no podía más y me corrí en la cara de Adrián que se lo estaba pasando de lo lindo con mi concha. Solo acabábamos de empezar, me limpié la cara y le dije a Javi que quería que me penetrase, Javi se puso manos a la obra y me la metió lentamente en mi coñito que ya estaba muy bien lubricado, empezó a follarme poco a poco y fue subiendo el ritmo. Carlos y Sara ya habían terminado y, viéndome a mi, la dio envidia y le dijo que la penetrara a ella también a la vez que se acercó a Adrián y se metio su verga en la boca y empezó a disfrutar por partida doble. A mi me lo estaban haciendo como nunca, cambiamos de postura y me puse encima, empecé a pegar botes, teníamos que tener cuidado de no hacer mucho ruido, aunque estábamos subiendo el tono. Cambiamos de nuevo de posición y me puse a cuatro patas, esa era la posición en la que alcanzamos mayor placer y llegamos al orgasmo casi a la vez. Javi tuvo cuidado de sacar la verga a tiempo para evitar futuros problemas. Este era el momento de cumplir una de mis mayores fantasías, nunca antes me habían cogido por detrás, y deseaba que me follaran por los dos lados a la vez, así que llamé a Adrián y me coloqué encima de Javi, dejando mi agujerito listo para la verga de Adrián, que no era tan grande como la de Javi. Empezó a lubricarme el ano y a meterme los dedos, hasta que mi agujerito se abrió lo suficiente para empezar a gozar. Me la metió poco a poco y empezó a sodomizarme, al principio me hacía daño, se mezclaba con el placer que sentía con la polla de Javi, poco a poco me fue dando más y más placer, le dije a Adrián que se corriera dentro, así lo hizo. Paramos un momento y observamos a Carlos que había empezado a sodomizarla a ella también, en cuanto terminamos descansamos un poco y quede con Sara en disponer de los tres a la vez para cumplir una gran fantasía, y la prometí que luego ella los tendría a los tres si quería. Me puse encima de Carlos, y le pedí a Javi que era su turno de follarme por detrás, quería sentir su gran verga en mi agujerito que estaba más dilatado. Nos pusimos en posición y pedí a Adrián que me la metiera por la boca, esos fueron los mejores momentos de mi vida, sentía la verga en el ano y parecía que me iba a explotar, duramos un buen rato, pero no me pude contener y allí mismo tuve el orgasmo que más recordaré durante tiempo. Cuando ellos ya no podían más, nos quitamos de esa posición y les pedí que se corrieran en mí, así lo hicieron los tres. Ahora le tocaba disfrutar a Sara. Me fui a lavarme un poco, pero me di prisa porque no me quería perder el espectáculo. A Sarita también le parecía excitante la idea de ser follada por detrás por una gran polla, así que se colocaron y empezó la acción. Yo intenté ayudar metiéndome en donde podía, Sara debía de esta disfrutando como nunca, seguro. Estuvieron un buen rato así hasta que, agotados, se quitaron y Sara empezó a hacerle una cubana a Javi, mientras los otros dos se preparaban para correrse. El primero fue Javi, los otros dos se acercaron y yo me metí a comerme su concha húmeda y hacerla gozar con el último orgasmo de la noche. Se corrieron los tres a la vez. Allí acabo nuestra triunfal orgía. Quedamos en repetirlo otra noche, pero nos fue imposible porque solo nos quedaban dos y casi nadie durmió. Pero quedamos en repetirlo algún día y no hablar de ello excepto entre nosotros. La verdad es que ahora mismo estoy rompiendo el pacto, aunque a Sara no le importaba que se publicara la historia. Todos los días que nos vemos a solas alguna menciona algo de aquella noche, que será imborrable de nuestras memorias.

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